@ANAPURNA_11
A LAS ANTROPOLOGAS DEL FUTURO LES GUSTARA ESTO


por Agustina Manuele



© Ana Benavent


Me llega una notificación nueva en mi cuenta de Instagram: @anapurna_11 ha aceptado tu solicitud.

Emocionada, entro a su perfil y recorro cada imagen de Ana, sus más de 2000 posteos, un scroll, otro, otro, infinito. Veo el paso del tiempo en sus imágenes, voy viajando desde su presente al pasado: gato, pareja, screenshots, amigas, los likes de las pocas personas privilegiadas que pueden acceder a este perfil secreto.

@Anapurna_11
es un registro de vida, el retrato fotográfico de una artista que parece haber decidido usar una plataforma como memoria viva, fija e inmortal. O al menos hasta que Mark Zuckerberg así lo desee.

¿Lo público y lo privado entran en jaque cuando se pasa la barrera de lo real o cuando un álbum fotográfico pasa a ser visto por otros ojos?

«@anapurna_11 es mi instagram privado. Aquí cuelgo las fotos que no me atrevo a mostrar, las fotos más banales, grasientas, cursis, sucias, asquerosas. Reales. Todo lo que no me atrevo a enseñar, lo que me avergüenza, pero que me gusta.»

Ana Benavent es artista visual. En su web dice: «Empecé haciendo fotos para guardarme momentos, pero con el tiempo se convirtió en mi herramienta para expresar todo aquello que no sé decir con palabras.». También es docente, acompañante de proyectos y una de las fundadoras de Can Grapes, el colectivo que conforma junto a Arnau Sidera y Gerard Soler, donde desarrollan fanzines. Hace un tiempo creó además Las Cerillas, un espacio creativo de encuentro que reúne talleres, poesía y veladas.

Lo íntimo atraviesa todo su trabajo. Pero @anapura_11 es diferente al resto. No es por lo que expone sino por cómo lo hace; se presenta así, suelto, en su mayoría sin texto. Hay un deseo impuesto: subir y subir, registrar lo más fiel posible a la realidad, presentar la vida auténticamente, cruda y sin control. Detener instantes para transformarlos en recuerdos permanentes.

Constancia y determinación. O quizás inercia y despojo. Ana toma su cotidiano para convertirlo en un estudio permanente de la rutina de una vida. A las antropólogas del futuro les gustará esto.

Hay un giro en la trama: Ana rompe la pantalla y decide escalar su proyecto trayéndolo al plano de lo real. Crea un fanzine de 112 páginas donde recopila algunas imágenes de esa cuenta de Instagram. Y una segunda parte de su obra está en proceso.

No había hablado con Ana hasta el momento en que nos conectamos para tener esta entrevista, pero yo sentía que ya la conocía. Ahora tiene el pelo más corto que lo que vi en su Anapurna pero su rostro enseguida se me vuelve familiar: quisiera poder tomarme un café con ella. Le pido grabar la llamada, sonríe y acepta.

Empezamos a charlar con un charco de distancia (BA/BCN). El audio de la conversación se escucha en este link.








Agustina Manuele es guionista y trabaja como comunicadora digital desde hace más de diez años. Fanática de filmar lo que la rodea y escribir relatos cortos, vive en un fino equilibrio entre la ficción y la realidad. En 2023 autopublicó A veces río y lloro todo junto, un poemario con fotografías de calle. Es co-creadora de recreo®. Ama investigar sobre asuntos random en internet, leer, bordar y ver series y películas. Aunque lo que más le gusta es charlar sobre temas que la desvelan. Militante y defensora de Google Drive.



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